ASPECTOS PREVIOS

Aspectos Personales.

Las teorías psicológicas dicen que los primeros cinco minutos de conocimiento de una persona son los más importantes para hacerse una idea de cómo es la persona a entrevistar, y que además esta idea cuesta bastante cambiarla después. Así pues, la primera impresión es muy importante. Por lo tanto, se ha de cuidar la imagen y tener en cuenta los siguientes aspectos:

a. Pulcritud y limpieza.

Esto es básico. Se puede llevar un traje precioso, pero si tiene suciedad estropeará todo lo demás, y esto no sólo se refiere al vestir, también hace referencia a la corrección en el peinado y en el afeitado, y en el caso de llevar barba, debe llevarla bien arreglada.

b. Los cosméticos.

No se ha de abusar de ellos. Un maquillaje suave, una fragancia discreta, resultan agradables, en cambio un maquillaje excesivo o un perfume muy fuerte producen una impresión negativa.

c. El vestuario.

Se ha de vestir con corrección y comodidad, evitando combinaciones estridentes. Es preferible que los hombres lleven traje y corbata, y que las mujeres se olviden de vestidos extremados o ajustados, minifaldas… Tampoco hace falta llegar al extremo de sentirse incómodo con la ropa que lleve. Normalmente es preferible vestir un traje convencional, ni demasiado elegante ni informal, simplemente correcto, el cual ha de ser llevado con naturalidad, porque si no es así, dará la impresión de que estar rígido, nervioso, en una situación que resulta incómoda.
Si se tuviera que realizar más de una entrevista en el mismo sitio, procurar no llevar la misma ropa.

d. No hacer ostentación de joyas.

El lucimiento de las joyas ha de ser discreto en las mujeres y no es recomendable en los hombres.

e. Insignias.

No es aconsejable llevar insignias deportivas, políticas o de cualquier otro tipo. Si no se quiere recibir preguntas sobre las convicciones y actitudes, no se han de provocar demostrando cuáles son.

 

RECOMENDAMOS:

 

Puntualidad

En toda entrevista es importante ser puntual, y hasta es conveniente llegar unos minutos antes para familiarizarse con el lugar. El reconocimiento del ambiente, el hecho de no sentirse en un lugar demasiado extraño, provoca una mayor tranquilidad y confianza. Llegar con retraso puede dar una impresión negativa al entrevistador. Además, si se llega con el tiempo justo, no se tendrá la serenidad suficiente para plantearse de forma correcta las preguntas, pero tampoco es necesario llegar con mucha antelación, ya que ello puede dar una imagen de ansiedad.

Anticipación a posibles preguntas.

En una entrevista pueden formularse preguntas de todo tipo, por ello, cuando se está preparando, se ha de pensar en todas las preguntas que pueden ser realizadas e intentar dar la respuesta adecuada.

Se pueden clasificar en tres grupos:

a. Información académica.

Las preguntas que pueden formularse pueden versar sobre cuáles eran las asignaturas preferidas, cuáles las calificaciones del currículum académico…

b. Referentes a la experiencia laboral.

Formularán preguntas en torno a los anteriores trabajos, qué satisfacción y motivación se obtuvo en estos trabajos anteriores y cuáles son los motivos que provocaron el cambio de lugar de trabajo.

c. Referentes a factores personales.

Las preguntas girarán alrededor del autoconcepto personal, los puntos fuertes y débiles y cuáles son los intereses profesionales.

Desarrollo de la Entrevista

Comportamiento

Cuando se ha de dirigir a las personas que realizan la selección o que forman parte de la organización, se debe ser cortés y amable. En general éstas son algunas de las cuestiones que se han de tener presente:

  • Siempre que sea posible saludar al entrevistador por su nombre: “Buenos días Sr. X”
  • No se ha de ser el primero en dar la mano. Cuando el entrevistador salude, se ha de hacer con confianza, apretando fuerte la mano, sonriendo y mirándole a los ojos.
  • Si ofrecen algo para tomar, no pedir nunca una bebida alcohólica.

Nerviosismo

Es normal que uno se muestres nervioso ante una entrevista. Esto no ha de ser una preocupación, lo que se debe intentar es reducir el nerviosismo para empezar la entrevista con un poco de tranquilidad.
Se han de tener presentes los siguientes aspectos:

Fumar mientras se espera a ser entrevistado puede dar una imagen de nerviosismo. De todas formas, si se hace, apagar el cigarrillo antes de entrar en el despacho del entrevistador.
Para reducir el nerviosismo previo a la entrevista, en el domicilio particular se puede caminar, comer alguna cosa, practicar alguna técnica de relajación,…

Comunicación Verbal

La comunicación verbal hace referencia a todo aquello relacionado con la expresión oral, con el lenguaje hablado, preguntas, respuestas, explicaciones. La comunicación verbal está constituida por todas las informaciones que se dan a lo largo de la entrevista.

Aspectos que hay que tener en cuenta de la expresión oral:

  • Pronunciación clara y correcta. Al entrevistador no ha de costarle entender lo que uno dice: vocalizar y elevar el tono de voz para que pueda ser oído sin dificultades. Evidentemente tampoco hace falta chillar.
  • El tono de voz ha de ser firme y seguro, pero sin ser agresivo. Se ha de estar seguro de lo que se dice.
  • Utilizar un lenguaje sencillo y claro. No utilizar palabras rebuscadas y evitar los vulgarismos y las palabras malsonantes.
  • Utilizar la terminología específica del lugar al cual se opta. Demostrar que se tienen conocimientos sobre las tareas a realizar y dar una imagen de riqueza de vocabulario.
  • No dogmatizar con afirmaciones. Una entrevista no deja de ser un diálogo entre personas. Evitar pues hacer aseveraciones concluyentes que cierren la posibilidad de diálogo.
  • Evitar utilizar “muletillas”. Es frecuente repetir una palabra o un sonido. Normalmente no se es consciente de ello, pero si se pide a otra persona, o mejor aún, se graba en una cinta, se notará enseguida. A veces, estas “muletillas” se utilizan para evitar el silencio ya que mientras se dicen, se puede pensar la respuesta o cómo continuar una frase. Se ha de recordar que quedarse en silencio no es malo, no hace falta llenar el vacío.

Ejemplos de muletillas:
hum…
¿no?
o sea…

  • Ante preguntas de carácter íntimo no se ha de reaccionar agresivamente. Siempre hay una forma educada de rechazar la pregunta o de dar a entender al entrevistador que la pregunta quizá no es pertinente. Lo mejor es contestar de forma general.
  • Contestar de manera correcta y breve a aquello que se pregunta.
  • No interrumpir al entrevistador a no ser que alguna pregunta no esté clara y se deba pedir una aclaración.
  • Intentar controlar los nervios. Un estado excesivo de nerviosismo puede provocar, entre otras cosas, la falta de aire al hablar, con lo cual las frases se han de dejar a medias para coger aire; hablar rápido, intentando terminar lo más rápido posible; utilizar frases repetitivas, debido a que no se tiene la serenidad suficiente para pensar la respuesta; tartamudeos… Pero tampoco realizar lo contrario, no utilizar una voz calmosa y monótona, ya que ésta daría una imagen de apatía y cansancio.
  • Hablar sobre todo de aquello que se domina más. Respetando lo que se ha dicho antes sobre la concisión, aprovechar las preguntas sobre los temas o aspectos que se domina para dar la mejor imagen posible.
  • Ser sincero y natural. No fingir y mostrarse tal y cómo es uno. Si uno cree que la plaza puede ser para él, seguro que transmitirá una imagen positiva.

Comunicación no verbal

La comunicación no verbal es tan importante como la comunicación verbal. En realidad, el entrevistador puede extraer más información de las gesticulaciones que de las explicaciones. Además son aspectos más difíciles de controlar: se puede pensar sobre qué se ha de decir, pero es más difícil pensar en los gestos, en la forma de sentarse o de mirar. Justamente esta dificultad de control hace que uno se muestre realmente a través de estos aspectos no verbales.
Elementos a tener presentes:

Posición del cuerpo.
La manera de sentarse y de estar sentado puede revelar aspectos propios de la personalidad. Es importante tener en cuenta que uno no debe sentarse hasta que no se lo indiquen y que no debe hacerlo de forma excesivamente cómoda, sino bien derecho; aunque tampoco no excesivamente rígido y ansioso, como podría indicarlo si se sentase en la punta de la silla. Se ha de hacer mostrando una actitud activa.
Normalmente es más correcto mantener los dos pies en el suelo que cruzar las piernas, pero siempre es preferible que se crucen las piernas que no que estar con los pies en el suelo en una postura mucho más incómoda. Respetar siempre la naturalidad.
No invadir la mesa del entrevistador. Aunque se haya creado un clima de confianza es mejor que uno no se apoye en la mesa.

Forma de dar la mano
Si ofrecen la mano, hay que encajarla con firmeza y mirando a la persona; si no la ofrecen, no hay que encajarla.

Mirada.
Cuando se habla se ha de mirar a los ojos del entrevistador, pero no se ha de hacer fijamente, como si se desafiara a ver quién aguanta más, ya que ello puede dar una imagen de agresividad.
Recordar que cuando hay más de un entrevistador hace falta mirarlos a todos y no únicamente al que hace las preguntas. Tampoco es aconsejable desplazar la mirada por el lugar donde se realiza la entrevista ni centrarla en el suelo o en las paredes, ya que el punto de atención es el entrevistador.

Gesticulación.
Tener cuidado en no gesticular excesivamente. Una forma para controlarse puede ser teniendo un bolígrafo en la mano.
No hacer muecas. Si hay alguna pregunta que sorprende, intentar evitar realizar algún gesto facial que delate sorpresa o contrariedad, pero no estar constantemente rígido, ya que es conveniente sonreír o reír.
No tocarse la cara. Hay personas que evitan la gesticulación teniendo las manos ocupadas en tocarse la cara. Es conveniente evitarlo ya que además de no ser correcto también puede tener otras significaciones, por ejemplo, tocarse la boca puede señalar censura, tocarse la frente preocupación, etc.
No morderse las uñas. Ello denota nerviosismo, igual que jugar con el anillo o con otros elementos, o mover repetitivamente los pies o las piernas.
No quedarse con los brazos cruzados o con las manos en los bolsillos, ya que lo primero denota una actitud defensiva hacia el entrevistador y lo segundo una actitud de despreocupación y desinterés.

Final de la Entrevista

La finalización de la entrevista la decide el entrevistador. No se han de hacer ademanes de levantarse de la silla porque se considera que ya se ha dicho suficiente, pero tampoco se ha de intentar demorarla cuando el entrevistador ya quiere concluir.

Se ha de despedir del entrevistador con cortesía y amabilidad.

FORMACIÓN






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