Hábitos de Estudio – algunos consejos

 

En la “carrera” hacia las oposiciones es importante estudiar, pero también es muy importante cómo estudiar. Aquí van algunos consejos:

Planificar el estudio. Debe de crearse un plan de estudio, pasos cortos pero firmes, sin prisas pero sin pausas.
No debe tomarse el estudio como una obligación, sino como un medio para conseguir un fin.

Rutina de estudio:

Procure crear una rutina de estudio, y los más importante, que sea mantenida día a día. Al principio siempre requiere un mayor esfuerzo, pero debe acostumbrarse de forma que se convierta en un hábito. Así costará menos.

Dónde estudiar:

Es interesante crear un lugar de estudio. Este lugar debe responder a un lugar tranquilo, cómodo, donde tengamos a mano todo lo que necesitamos para estudiar. Debe estar bien iluminado y ventilado.

Cómo estudiar:

Procurar no adoptar posturas forzadas, puede acabar fatigándose. Utilizar una mesa amplia. Silla no demasiado blanda, de respaldo alto, cómoda pero no confortable. Buena luz, si es natural mejor. Procura no tener sombras en las zonas de trabajo.

Por qué estudio:

Antes de empezar procurar visualizar mentalmente lo que se quiere conseguir y los beneficios que le reportará la consecución de dicho objetivo; esto le animará y le ayudará a concentrarse en lo que va a hacer.

CONSEJOS PRÁCTICOS

Primero se debe intentar comprender lo que se está estudiando para que luego sea más fácil memorizarlo. Es importante que después de una primera lectura, se subraye lo más importante. De este modo, al repasar conseguirá obtener una visión rápida de los conceptos fundamentales de cada tema. Se debe intentar hacer resúmenes, esquemas, de cada tema como si se creara sus propios apuntes; verá que este método le ayudará a retener la información con una mayor facilidad.

Debe de leerse en voz alta pues también le ayudará a comprender y memorizar de forma más sencilla. Cuando se dé por terminada la sesión de estudio, se debe repasar todo lo que se ha estudiado; le ayudará a asentar lo aprendido y a seguir adelante.

Aumento de la autoestima:

  1. Anotar los “malos pensamientos” y comparar las ideas recurrentes. Abordarlas con objetividad y establecer un plan para solucionar esos “enormes problemas”: aprender más vocabulario, reforzar las matemáticas,…
  2. Establecer prioridades realistas y abordarlas cuanto antes, en vez de postergar, ya que esto crea angustia y bloquea.
  3. Saber terminar las tareas: si se dejan a medias se crean en el cerebro áreas de ansiedad que entorpecen el aprendizaje. Lo mejor es llevar la agenda siempre al día.
  4. Aceptar los errores y aprender de ellos: Se gana confianza y probabilidades de acertar en la próxima oportunidad. Lo importante no siempre se consigue a la primera. Hay que tener la meta clara y no tirar la toalla a medio camino.
  5. El día del examen: llegar siempre con tiempo, porque retrasarse produce estrés. Preguntar ante cualquier duda en lugar de angustiarse; descansar dos o tres minutos a mitad de la prueba.

Autorrelajación:

El estrés y el nerviosismo tienen un efecto calamitoso en la capacidad de aprender con eficacia, mediante la relajación, aprovecharemos nuestro estudio al cien por cien y afrontaremos los exámenes con más éxito.

Pautas a seguir por el alumno:

1. Usar ropa cómoda para estudiar y adoptar una postura lo más relajada posible.
2. Establecer un ritual para las sesiones de estudio: música, iluminación, alguna bebida relajante…
3. Cada 40-50 minutos, realizar el siguiente ejercicio de respiración:

a. Inspirar mientras se cuenta 1-2-3-4… (meter el estómago hacia dentro)

b. Aguantar la respiración mientras se cuenta 1-2-3-4…

c. Espirar contando 1-2-3-4…

d. Repetir el ciclo 4 veces.

4. Si es necesario, descansar los ojos, mirando hacia el horizonte cada media hora, y escuchar algo de música.

Alternativas para recordar:

Leer periódicos y revistas durante una hora diaria ayuda a mejorar el rendimiento académico.
Visualización, el cerebro agradece que también se visualice lo que se estudia.

La hora del examen:

1. Tipo redacción: Causar una buena impresión inicial. Escribir con limpieza y orden, con márgenes amplios, una introducción clara… y repasar con mucha atención ortográfica.

2. Preguntas breves: Es importante distribuir el tiempo, y contestar primero las que se saben bien. Hay que dejar para el final las más comprometidas.

3. Tipo test: Hay que asegurarse de que se han estudiado las preguntas a rellenar y si se descuentan puntos por los errores, se debe tener muy claro sobre qué se interroga y cómo contestar en cada caso. Es conveniente repasar el formulario antes de entregarlo.

4. Oral: Hay que intentar relajarse y no contestar deprisa.

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