La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva, la membrana que recubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados. Sus causas pueden ser diversas (víricas, bacterianas, alérgicas o químicas), y cada una presenta implicaciones distintas en el ámbito laboral. ¿Es seguro o recomendable acudir al trabajo con conjuntivitis? La respuesta depende del tipo, la gravedad de los síntomas y el entorno profesional.
¿Qué tipos de conjuntivitis existen?
Existen cuatro tipos principales de conjuntivitis, cada uno con causas, síntomas y riesgos diferentes:
1. Conjuntivitis viral
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Causada por virus como los adenovirus.
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Muy contagiosa, especialmente en los primeros días.
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Se transmite por contacto directo con secreciones o superficies contaminadas.
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Síntomas: enrojecimiento, lagrimeo, picor, secreción acuosa, fotofobia.
2. Conjuntivitis bacteriana
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Originada por bacterias (como Staphylococcus o Streptococcus).
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Altamente contagiosa.
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Secreción purulenta, molestias al parpadear, sensación de arenilla en los ojos.
3. Conjuntivitis alérgica
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No contagiosa.
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Provocada por alérgenos (polen, polvo, ácaros).
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Afecta a ambos ojos y se acompaña de estornudos y picor nasal.
4. Conjuntivitis irritativa o química
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No contagiosa.
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Provocada por contacto con humo, productos de limpieza, cloro, etc.
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Mejora al eliminar el agente irritante.
¿Se puede trabajar con conjuntivitis?
Casos en los que sí se puede trabajar:
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Conjuntivitis alérgica o química, si los síntomas son leves y no afectan la visión ni el rendimiento.
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Cuando se cuenta con medidas de higiene adecuadas y no se requiere contacto estrecho con otras personas.
Casos en los que no se recomienda trabajar:
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Conjuntivitis viral o bacteriana, debido a su alto riesgo de contagio, especialmente en los primeros 7–14 días.
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Si se trabaja en contacto directo con personas (sanidad, docencia, hostelería, atención al cliente, etc.).
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Si los síntomas son intensos (secreción abundante, fotofobia, visión borrosa), dificultando la actividad normal.
¿Qué dice la medicina laboral?
En entornos laborales donde se comparten herramientas, dispositivos o zonas comunes, lo más recomendable ante una conjuntivitis infecciosa es quedarse en casa mientras duren los síntomas más activos. En ciertos casos, los servicios médicos laborales pueden emitir una baja temporal para evitar la propagación y garantizar la recuperación.
Además, si la conjuntivitis tiene origen laboral (exposición a productos irritantes o infecciones en el entorno de trabajo), podría considerarse una enfermedad profesional o accidente de trabajo. Este aspecto es relevante en sectores como el sanitario, la limpieza industrial, o ciertos entornos químicos.
¿Qué precauciones tomar si se decide acudir al trabajo?
En los casos en que el profesional pueda y deba acudir al trabajo (por ejemplo, si la conjuntivitis no es contagiosa o si el periodo infeccioso ya ha pasado), es fundamental mantener medidas preventivas:
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Lavarse las manos frecuentemente, sobre todo después de tocarse los ojos.
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Evitar frotarse los ojos o manipular lentes de contacto sin higiene.
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No compartir objetos personales, como toallas, gafas, cosméticos o auriculares.
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Desinfectar superficies y teclados si se trabaja en escritorio compartido.
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Desechar el maquillaje ocular y las lentes de contacto usadas durante el brote.
Baja laboral por conjuntivitis
No existe una norma que obligue a solicitar la baja por tener conjuntivitis, pero es el médico quien debe valorar cada caso. Generalmente se concede la baja cuando:
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La conjuntivitis es infecciosa y hay riesgo de contagio.
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Los síntomas impiden realizar el trabajo con normalidad.
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El entorno laboral implica contacto físico con personas o manipulación de alimentos.
La duración habitual de la baja suele oscilar entre 3 y 7 días, dependiendo de la evolución clínica y el tipo de trabajo.
Resumen: ¿cuándo se puede trabajar con conjuntivitis?
Tipo de conjuntivitis | Contagiosa | ¿Se puede trabajar? | Recomendación |
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Viral | Sí | No | Aislamiento hasta 7 días o desaparición de síntomas. |
Bacteriana | Sí | No | Baja médica hasta mejora evidente. |
Alérgica | No | Sí | Puede trabajar si no hay afectación visual severa. |
Irritativa | No | Sí | Evitar el agente causal y proteger los ojos. |
Conclusión
Trabajar con conjuntivitis es posible únicamente si se trata de un tipo no contagioso y los síntomas son leves. En caso de conjuntivitis infecciosa, lo más prudente y responsable es no acudir al trabajo hasta haber superado la fase activa, tanto por salud propia como por protección del entorno laboral.
Si tienes dudas sobre si debes asistir a tu puesto o solicitar la baja, lo ideal es consultar con tu médico de atención primaria o el servicio de prevención de riesgos laborales de tu empresa.